Esta historia cuenta la vida de Peter que en la
actualidad tenia 8 años. Un día cuando iban de viaje sus padres, su hermano y
él tuvieron un accidente de tráfico. Peter fue el único que se salvo aunque
estuvo grave en un hospital.
Tras siete semanas se recuperó totalmente pero tenía
un problema, sus abuelos eran muy mayores y no tenía tíos, por lo tanto, nadie
podía cuidar de él.
Ante esta situación acabo en una casa de acogida, fue
pasando de familia en familia, en todas las casas le pegaban, le insultaban, no
le daban cariño, ni juguetes. Cuando llegaba su cumple no le daban regalos y le
daban comida diferente que a sus otros hijos.
Un día llego una familia son su hijo Max y adoptaron a
Peter.
Él se los pasaba muy bien con Max y la familia le daba
cariño y lo que él quisiera.
Desde ese día Peter no volvió a estar triste nunca.
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