Elga, no era un hada como las demás. Había nacido sin las
alas y eso además de ponerla muy triste era un gran problema.
Al ser tan pequeña,
su vida estaba llena de pruebas que tenía que superar día a día.
Pero lo peor era que tampoco tenía la magia que se
almacenaba en las alas. Esto hizo que tuviera que depender de los demás para
hacer las cosas.
Elga trabajó mucho para controlar poco a poco la magia.
Construyó unas pequeñas alas con seda y colores de las flores del bosque y
empezó a intentar volar.
Durante mucho tiempo, los intentos fueron fracasos y
algunas hadas malas se reían porque no sabía volar. Estas que volaban todos los
días y presumían pronto se darían cuenta de que no todo en la vida era volar.
Después de mucho trabajo Elga consiguió controlar la magia
y se sintió muy bien.
La magia es más importante, si controlas la magia no sólo
vuelas sino que puedes hacer feliz a mucha gente.
Jorge Álvarez Ramos
No hay comentarios:
Publicar un comentario