Hace mucho tiempo,
en la comisaría, quedaba un caso por resolver. El de un fantasma que aparecía
por las noches diciendo:
-
“Tú
eres el siguiente…”
La gente
aterrorizada, se mudaba a otros pueblos para no ser asesinados.
El fantasma era el
de una mujer asesinada con 24 años. Se rumoreaba que muchas personas
intervinieron en su muerte, y que ahora ella los mataba a ellos.
La policía de la
época estaba confusa, ¡no tenía sentido! Pero por suerte, en esa época, vivía
Sherlock Holmes. Los agentes de policía le pedían ayuda, pero éste los
rechazaba. Sin embargo, Holmes, investigaba el caso solo. Al poco tiempo,
descubrió que no sólo podía haber una asesina, sino que había uno más. Si no,
¿cómo era posible que a los cinco segundos de desaparecer volviera a aparecer
al otro de otra casa? Después de un mes, Sherlock Holmes, le explicó la
solución a la policía:
-
“El
caso es sencillo. Hace tiempo mataron a una mujer, y la enterraron. Es imposible que saliera de
su tumba. Además tenía una hermana gemela. Esta hermana vengó su muerte. Pero
no lo hizo sola, tenía a una amiga muy parecida a ella. Las dos mataron a yodos
lo que habían tenido lugar en su muerte. Pero una cosa salió mal: el tiempo de
aparición y de desaparición. Lo hacía demasiado rápido, y eso las delató”
Cuando Sherlock
Holmes terminó su explicación maestra, yo abrí los ojos. Había sido un sueño, o
¿una pesadilla? Aún no lo sé, pero me gustó lo que había soñado, aunque hubiera
sido demasiado de miedo. Espero volver a soñarlo para encontrarle yo una
explicación a los casos más raros y siniestros.
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